Recién me despierto y me doy cuenta de que no ha sido todo un sueño. Con la boca seca y pastosa apuro de un trago los dos últimos dedos de agua de una botella que encuentro al lado de la cama y me decido a anotar el último sueño que he tenido antes de que se me olvide… En el sueño estoy en un lugar extraño, un paraje lejano quizás, aunque no se podría afirmar nada con precisión ya que la niebla lo envuelve todo. No se ve nada más allá de un metro, es una niebla densa, pesada, no sabría decir si de película de terror o de videoclip de los ochenta… Parece, eso sí, que estoy en una especie de descampado porque más allá de la niebla se intuyen árboles y huele a tierra mojada. También podría ser que incluso un poco más allá titilaran las luces inquietas de una ciudad, porque es de noche. Parece de noche, al menos. Tal vez esté en un país extranjero, pienso, pero ni veo ni oigo nada, no sabría decir... Mientras pienso en qué hacer o hacia dónde ir, desde la niebla, una niebla unamuniana, surge una voz para mí ya conocida… es Batania:
- Hola, ¿qué haces aquí?
- Ni idea. Estoy soñando, creo. ¿Dónde estoy?
- En otro país
- ¿En otro país? ¿en qué país?
- En mi país. Esto es Batania.
- ¿Que esto es qué? ¿Batania, dices?
- Sí. Es Batania –me dice Batania.
- ¿Y qué hago yo aquí?
- No lo sé. Piensa… ¿a qué has venido?
- Pues… yo qué sé… supongo que a pedirte algo
- Como todos
- Claro… Oye, ¿qué te pareció el recital de ayer? ¿qué tal en Fuenlabrada?
- Bien, bien…
- ¡Ah, ya! Ya sé… Ya sé qué te vengo a pedir, ahora se me acaba de ocurrir...
- ¿Y qué quieres?
- Pues nada. Poca cosa… que escribas una crónica neorrabiosa del recital de ayer, si puede ser
- Pues no, no puede ser. Ya no escribo ese tipo de cosas… de momento… siempre todo es “de momento” en mi país, ya sabes…
- Vale, vale, como quieras…
- Pero de todas formas piensa una cosa. Piensa un poco… Has venido hasta Batania a verme, a hablar conmigo. Pero esto en realidad no es Batania. Es tu sueño. Estás en tu propio sueño, así que por más que me pidas y aunque yo accediera a lo que me pides (que de todas formas no accedo) no serviría de nada, ya que lo que tú sueñes o dejes de soñar a mí no me afecta ni me llega por ninguna vía. A Batania, me refiero. Es tu sueño. Por eso no puede ser ni que hayas venido a pedirme nada, ni a que yo escriba nada sobre nada ni nada de eso…
- ¿Ah no?
- No. No puede ser. Pero ya sé a qué has venido. Has venido a otra cosa… vienes a pedirme permiso para escribir tú mismo la crónica neorrabiosa del recital de ayer...
- ¿Cómo dices?
- Digo que vienes a pedirme permiso para escribir tú, tú mismo, una crónica neorrabiosa de un recital, del recital de ayer…
- Joder… No sé… ¿De verdad vengo a eso? ¿Vengo a pedirte permiso para escribir una crónica neorrabiosa? Bueno, no sé... podría ser, sí, tiene algo de sentido… teniendo en cuenta que nada tiene sentido aquí, que estamos en un sueño, rodeados de niebla por todas partes y en un país que dices tú que se llama Batania… Teniendo en cuenta eso, sí, tiene algo de sentido
- Claro. Hazme caso
- Vale. Entonces, ¿me das permiso para escribir una crónica neorrabiosa del recital de ayer en Fuenlabrada?
- Sí, no hay problema. Haz lo que te dé la gana
- Vale…
Y justo cuando íbamos a estrecharnos la mano para sellar este acuerdo me despierto, porque allá, en el mundo real, me están llamando al móvil. Son las doce del mediodía. Si no recuerdo mal me acosté a eso de las nueve de la mañana, aunque por algún extraño motivo siento que he descansado lo suficiente. Me incorporo en la cama, busco la botella de agua para aclararme el sabor metálico y resacoso de la boca y enciendo el ordenador… Tengo que escribir esto antes de que se me olvide…
* * *
Pues así están las cosas: una vez obtenido el permiso de plagio de las "crónicas neorrabiosas" de Batania, y aunque haya sido de esta forma tan poco ortodoxa e increíble, me dispongo a escribir lo que ayer sucedió en el ACIDO TOUR 2: REPÚBLIKA... Mañana o pasado, dependiendo de cuándo pueda conseguir volver a conectarme a internet, la publicaré en este blog. ¡Salud!
mooooola
ResponderEliminarAh, qué bueno, la espero con ansia. Por cierto: tengo desde ayer un correo tuyo en mi privado que no consigo abrir; me aparece la leyenda "cargando" y nunca termina de cargar. Espero que no sea nada urgente.
ResponderEliminarAbrazos cachicuernos.
Hasta pronto.
Hasta lo que yo vi, se puede contar, merece contarse. Después no sé...
ResponderEliminarBatania es un país infernal. Llueve y asfixia a partes iguales.
ResponderEliminarComencé a apreciar a su majestad cuando comencé a comprenderlo.
Todos le pedimos algo y él nos lo suele dar.