viernes, 29 de marzo de 2013

RECORTES VIERNES 29 DE MARZO

Semana santa y no descansan. Pues no descansamos, cada viernes un poema contra los recortes sociales:

SEMANA SATÁN

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martes, 26 de marzo de 2013

MÁTALA Y COMPRA UN HELADO DE CHOCOLATE

Cómo molesta que llamen al timbre de casa antes del mediodía, que es cuando me suelo levantar. Aunque en esta ocasión lo que me está esperando era ciertamente sorprendente: un mensajero con barba de tres días junto a una caja de madera enorme y un sobre en la mano:

- ¿Qué es esto?
- Una caja
- Sí, gracias
- Y un sobre... por favor, firme aquí
- ¿Quién me manda todo esto?
- ¿Cómo quiere que lo sepa? ... por favor, firme aquí
- ¿El sobre no lleva remite?
- ¿Cómo quiere que lo sepa? Yo sólo soy un simple y vulgar mensajero, una persona sencilla de gustos simples y mentalidad roma... por favor, firme aquí
- De acuerdo, firmaré... ¿Aquí?
- Sí. Muchas gracias
- De nada

Entré la caja en mi casa con no podo esfuerzo y leí la nota que contenía el sobre. Era de mi antiguo profesor de biología del instituto, con el que me unía una gran amistad. Decía así:

"Antonio, como alumno aventajado mío que fuiste pienso en ti ahora, en el declinar de mi vida, cuando la muerte ya me llama a su seno. En esta caja te envío uno de mis experimentos fallidos para que tú, con tu propia inteligencia, intentes llevarlo a buen puerto. En breve plazo desapareceré para siempre de este valle de lágrimas, así que te mando un afectuosos saludo como postrer despedida. El dinero que me debes puedes dárselo a cualquiera de mis hijas. Adiós, Antonio."

Era increíble: mi admirado profesor se había acordado de mí... ¿Qué contendría aquella caja? ¿qué adelantos científicos albergaría? ¿sería yo un digno sucesor de tan alta eminencia de la investigación? ¿cuánto dinero le debía al tipo aquel? ¿lo sabrían sus hijas?

No quise demorarlo más y me puse a abrir la caja con una palanca de hierro, ya que estaba fuertemente sellada. No fue fácil, pero tras varias horas de trabajo, la tapa se abrió ante mí. Desde las profundidades oscuras de aquel ataúd surgió algo que me dejó totalmente perplejo: ante mí apareció, sonriente y pizpireta, la mismísima Leticia Sabater en persona:

- ¡HOLA, HOLAAAA! -Gritó al verme.
- Hola
- ¿CÓMO ESTÁIS, NIÑOOOSSS?
- Leticia, no hay niños aquí
- ¿Y DÓNDE ESTÁN MIS CAMPEONEEEESSSS?
- Ni idea, pero... ¿quieres ver niños?
- ¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ! ¡QUÉ GUAYYYYY!
- Bueno, ven conmigo...

Y nos fuimos hacia el parque que hay enfrente de mi casa. A esas horas siempre encontraríamos niños chillando en los columpios y eso me daría tiempo para pensar en mi próximo movimiento, en qué hacer con aquel regalo envenenado.

Salimos a la calle pero todo empezó a ir peor de lo que había pensado: la gente con la que me cruzaba se burlaba de mí descaradamente:

- Antonio, ¿dónde vas con eso?
- Antonio, ¿te ha castigado tu madre?
- Antonio, mátala y compra un helado de chocholate
- Antonio, deja de fumar ese chocolate...
- Etc.

Era vergonzoso. Además mi plan hacía aguas por momentos porque los días de diario a mediodía no hay niños en el parque, están todos en el colegio. Tan solo había allí otros desgraciados como yo, con sus miriamdiazarocas, sus rosaleonas, sus marialuisasecas y otras presentadoras infantiles mucho más molonas que la mía, así que decidí volver a casa ipso facto.

Desde aquel día procuré mantener a Leticia encerrada en mi habitación por más que ella, cuando llegaba de trabajar, me insistiera en salir a la calle para hacer todo tipo de actividades chachipirulis que se le habían ocurrido para realizar en el exterior. Por supuesto, yo no estaba dispuesto a que me vieran con ella por ahí, así que la pobre animadora televisiva fue poco a poco convirtiéndose en una teleadicta silenciosa y amargada que se iba marchitando en su propia tristeza según pasaban las semanas. A veces la sorprendía hurgando en mis cajones, mirando fijamente mi pasaporte falso, o dando vueltas por la cocina, abriendo absorta mi nevera eternamente vacía. Poco a poco dejó de hablarme.

Un día de tantos, cuando regresé a casa, ya no estaba. Había desaparecido. En realidad no me sorprendió, incluso me sentí en parte liberado, aunque no tardé en darme cuenta de que algo impensado estaba comenzado a pasarme: la echaba de menos.

Empecé entonces a buscarla como un demente por las calles de mi ciudad, más tarde por calles de otras ciudades en las que sospechaba podía haber ido. Finalmente, cuando estaba a punto de rendirme, la vi en un programa de telecinco. No lo dudé. Llamé al teléfono de aludidos para, al menos, tratar de hablar con ella, pero era inútil: nadie atendía mi llamada. Decidí, en un arrebato de furia, montarme en el coche y acelerar hasta los estudios de la cadena amiga. Un guardia de seguridad me impidió el paso pero cuando le dije que sentía odio y rabia y que era capaz de matar a alguien, marcó un número y el propio Jordi salió a recibirme con un equipo de cámaras.

Entré en el estudio como un loco, gritando y tirando al suelo todo lo que encontraba a mi paso. Dos matones trataron de sujetarme, uno de ellos me dio un puñetazo y el otro me derribó golpeándome en la cabeza con la silla de tijera de la regidora. Leticia huyó. Huyó para siempre. No he vuelto a verla desde aquella noche. Sin embargo aquí la espero, ya que cuando desperté del coma me contrataron como contertulio habitual del programa. Aquí la espero, sí. Sé que volverá.

lunes, 25 de marzo de 2013

UN RECUERDO DE 1980

cómo no recordar ahora
aquel momento
-tal vez mayo
de 1980-
cuando bajo el balcón
de la casa de mis padres
golpeaba contra la pared
una pelota
y alguien que pasaba
no recuerdo quién
me preguntó
que si no iba al colegio
y que qué quería ser
de mayor
yo
por entonces no sabía
qué era exactamente
el colegio
y
ni siquiera sabía
que sería mayor
y no sé si hoy
-tal vez marzo
de 2013-
empiezo a hacerme una idea

sábado, 23 de marzo de 2013

LA SORPRESA ERA ASÍ Y ASÍ

Ser secretario de las infantas no es fácil... Y no lo digo por toda la movida esta del instituto NOOS y toda la vaina, no. Ahí yo no tengo nada que ver, asesoré en lo que pude y poco más. Punto y final. Además que seguro que salen todos absueltos, no pasará nada. Tonterías. Me refiero a cuando eran pequeñas: ¡Eran de caprichosas! Que si quiero ir al cine "pero al cine no puedes ir, hay mucha gente mala que os puede hacer algo", pero nada: al final tuvimos que instalar un cine en palacio y a mí me tocó hacer montañas de palomitas. Que si quiero conocer a Santa Claus, "pero ¿Santa Claus? ¿No preferís a los reyes? ¡Si son los padres!", pues nada, a vestirme de adefesio y a ho ho ho derme.

Pero lo peor que recuerdo es cuando a Helena, sí, la más borbón, se le antojó un poni:

- Helenita, ¿un poni?
- ¡Sí, quiero un poni!
- Pero... un animal en palacio... no puede ser...
- ¡Un poni!
- Poni... Un burro todavía, en este palacio burros sí que ha habido casi siempre, aunque no lo creáis... pero ahora sería complicado... ¡como están en peligro de extinción!

Pues nada, que la niña todos los días poni-poni-poni...

- Majestad, la niña quiere un poni
- ¿Un qué?
- Un poni
- ¿Qué es un poni?
- Una especie de caballo pequeño
- ¿Cómo de pequeño?
- No sé... pequeño...
- Pues consigue uno, Antonio, para eso estás aquí... Por cierto, ¿tienes ya billetes para Botswana?
- Sí, claro, el suyo y el de su majestad la reina que...
- ¿Qué reina?
- La reina, su majestad la reina
- No, no... para ella no... ¡Pareces tonto!
- Bueno, ¿y el poni?
- Pues hasta ahora no he matado ninguno por allí, pero si te hace ilusión puede que caze alguno en Botswana y te traiga la foto
- Digo el poni... el de la niña...
- No, tonto, la niña tampoco quiero que venga a Botswana, ¿pero qué te pasa hoy?
- ¡Es que no sé de dónde sacar un poni!
- Pues de la tienda de ponis, lelo
- ¿Cuál?
- De la misma de la que sacaste a Santa Claus las navidades pasadas
- ¡Pero si era yo disfrazado!
- Jajaja... ¡Venga ya! Pero si hablé con él y todo... ¡Y me trajo todo lo que le pedí!
- Cierto, cierto majestad... Disculpe no recordaba que usted... Bueno, será mejor que me retire...
- ¿Dónde vas?
- A por el poni
- ¡No! ¡Tú tampoco quiero que vengas a Botswana! ¡Quiero que te quedes en palacio!

Y no, claro que no fui a Boswana sino a la misma tienda de disfraces del año pasado. Allí me hicieron un apaño para parecer un poni. No fue difícil. Lo complicado fue convencer al fumeta del cocinero para que me ayudara: él de cabeza y yo de cuartos traseros, como si fuéramos una especie de centauro extraño. Estábamos ridículos, pero todo lo compensó el ver la carita de felicidad de la pequeña infanta, ¡qué sonrisa desencajada y qué mirada fuera de órbita! ¡qué borbón! No paraba de dar saltos, de trepar por las crines del cocinero, de darnos patadas como sólo su futuro hijo sabrá hacer...

Lo más comprometido llegó cuando, en la comprensible excitación de un niña, comenzó a palpar la parte del traje en la que yo me ocultaba y, por una costura rota, introdujo la mano y me palpó la entrepierna. Me quedé helado y cesé de respirar. Ella también pareció sorprendida, pero no dijo nada. Exploró y exploró, hasta que alguien dijo su nombre y se alejó, distraída, pensando en sus cosas o en nada en absoluto.

A los pocos días el poni había desaparecido, pero no pasó nada, una nueva excitación infantil captaba ahora su atención: papá llegaba a casa y siempre traía muchos regalos de sus cacerías: cuernos de marfil, pezuñas de herbívoros, quijadas sanguinolentas...

Y así fue, su majestad venía cargado de regalos. Bueno, él literalmente no, sino sus pajes, en fin, como en cualquier cabalgata que hayas podido ver. La niña corrió y se echó en sus brazos cuando lo vio:

- ¡Hola, papá!
- ¡Hola, hija! ¿te trajeron el poni?
- ¡¡¡Síííííí!!!
- ¿Y qué, cómo encontraste la sorpresa?
- Pues palpando la encontré... ¡la sorpresa era así y así, papá!

viernes, 22 de marzo de 2013

RECORTES VIERNES 22 DE MARZO

¿Los viernes nos recortan? Pues los viernes atacamos. Con poesía. Poesía contra los recortes sociales. En este blog y en otros que puedes visitar en sus enlaces correspondientes recopilados aquí mismo, a la derecha. Y si tienes un blog y quieres sumarte a esta iniciativa deja un mensaje y te enlazo.

POLÍTICOS POLÍTICAMENTE CORRECTOS

los políticos políticamente correctos
los políticos coca-cola sin ron
los políticos bajo en calorías
los políticos light
los políticos de izquierda socialdemócrata
los políticos de derecha reformista
los políticos de centro izquierda centro derecha centro nada
los políticos de traje gris y corbata asesorada
los políticos que juran no conocer la droga ni el rock
los políticos que no hablan inglés
los políticos que leen bestsellers
los políticos fieles a las líneas del partido
los políticos felizmente casados por la iglesia con amante
los políticos monárquicos por las circunstancias históricas
los políticos que ocultan su pasado fascista
los políticos cuyos hijos estudian en un colegio privado
los políticos de seguro privado y fondo de pensiones
los políticos que reciben con honores al rey de arabia saudí
los políticos que critican la democracia venezolana
los políticos que recibieron a george w bush en el aeropuerto
los políticos que apoyaron la guerra de irak
los políticos que apoyaron la guerra en afganistan
los políticos que mandaron tropas a yugoeslavia
los políticos que alaban la transición ejemplar
los políticos que encargan encuestas y espías
los políticos que van al fútbol al palco
los políticos ligados a empresas que consiguen contratos públicos
los políticos con cuentas en suiza
los políticos que justifican casos de corrupción
los políticos corruptos

los políticos que recortaron recortan o recortarán

ellos
siempre ellos

miércoles, 20 de marzo de 2013

ZOMBIE JOURNAL EN EL DINOSAURIO

Este viernes 22 de marzo a partir de las 20:30h. estaré en el bar-librería "El Dinosaurio todavía estaba allí" ejerciendo como maestro de ceremonias en una presentación muy especial, en la del Zombie Journal del sin par escritor y futbolista casi-retirado Jorge García Torrego. Por si esto fuera poco esta singular revista trae en esta ocasión un suplemento deportivo llamado Mutombo...

Así que lo dicho, si os apetece pasar un buen rato con Jorge y las sorpresas que trae y conmigo mismo, no dudéis en acercaros y tomaros unas cervecillas con nosotros... ¡Salud!

domingo, 17 de marzo de 2013

ANTONIO VAN BEETHOVEN

Pasó lo que tenía que pasar. Me han descubierto. Soy un fraude, un plagiador, un impostor... Lo explica muy bien Munir Hachemi, de Los Escritores Bárbaros, en este enlace:

http://loslectoresbarbaros.blogspot.com.es/2013/03/antonio-van-beethoven.html

Ludwig Van Beethoven

¡Muchas gracias colega, el artículo es genial, sólo tú podrías explicarlo así!

Aparte de ensayista, poeta y narrador, Munir es un joven escritor muy prometedor que esperemos no tenga que salir huyendo de este país como tantos otros talentos que dejamos marchar por la mediocridad que nos gobierna.

Por lo demás, seguiré escuchando a Beethoven en busca de inspiración...

viernes, 15 de marzo de 2013

RECORTES VIERNES 15 DE MARZO

Viernes de marzo y entre todas las noticias la que me duele más es la de nuevos recortes en educación. Nos matan lentamente.

NO TIENES EDUCACIÓN (OTRO POEMA ESPIRAL)

no tienes
educación
casi

¿quieres educación?

hay poca
es cara
no me contestes

¿puedes pagarla?

aguanta
pierde
traga


miércoles, 13 de marzo de 2013

Y AUNQUE A ESCONDIDAS USO TU CEPILLO DE DIENTES

Cuando la policía vino a llevarse a mi último compañero de piso, creí que mis desventuras en aquella cochiquera en la que vivía iba ya para cuatro años habían llegado a su fin. Estaba harto de tantas movidas y tanta sordidez y mi decisión de abandonar aquella casa era ya, por fin, firme.

Comencé a buscar piso por internet, pero no acababa de encontrar el sitio ideal: en uno tenía que llevar mis propios muebles, en otro había que pagar un dineral entre fianza y los varios meses que me pedían por anticipado, en otro no aceptaban extranjeros ni gente de color... y no es que yo sea extranjero ni de color, pero claro, un casero o casera así, creo, y estarás de acuerdo conmigo, que no merece llevarse muerto el dinero que me gano con mis trapicheos.

El caso es que pasó el tiempo y vino al piso alguien nuevo. Un día vi una maleta en el pasillo y mi imaginación completó el resto de la historia: otro desgraciado acababa de llegar. U otro criminal. U otro colgado. O alguien enigmático y solitario con extrañas e inconfesables rarezas... Pero me equivocaba.

Quien había aterrizado en mi casa por casualidades de la vida era, en esta ocasión, una mujer. Se llamaba Ingrid y era sueca. Bellísima. Sensual. Tanto que decidí aparcar momentáneamente mi búsqueda de piso a ver qué pasaba...

No me entiendas mal, no es que tuviera intención de ligar con ella ni nada de eso. No. Es simplemente que me gusta conocer gente de otras culturas, gente que hable otros idiomas, con otras costumbres. Otra mentalidad, al cabo... Aunque bueno, si al final ligué con ella qué pasa, ¿eh? ¿Pasa algo? ¿Qué problema habría? Bueno, sigo, de todas formas ahora descubrirás lo que pasó...

El caso es que por entonces yo estaba leyendo un libro que había robado en un centro comercial que se llamaba "Contacto de almas en el siglo XXI", en el que se hablaba de cómo lograr que la persona que quisieras deseara unirse a ti espiritualmente, aunque claro, una vez conseguida la unión espiritual no debería ser muy complicado llegar a la carnal...

Decidí así probar los trucos y añagazas que allí se recomendaban, a ver qué sucedía. El primer paso, según el libro, era "Saludar y trabar conversación amigable con la persona, para crear un vínculo de proximidad". Así, cada mañana, cuando me encontraba con Ingrid por casa le decía:

- Hola, buenos días, Ingrid. ¿Qué te parece la subida de tasas judiciales? (O cualquier otra cosa que acabara de oír en las noticias de la radio)

Ella, lacónicamente y medio dormida, solía contestarme:

- No hablo español.

Por más que lo intentara y cambiara los temas de conversación de actualidad, y fuera la hora del día que fuera, siempre obtenía la misma respuesta, por lo que decidí avanzar al paso 2: "Intenten compartir tiempo juntos".

Aquello era ciertamente difícil, puesto que ella salía poco de su habitación y, en general, pasaba muchas noches fuera de casa. No obstante cuando la escuchaba entrar en el baño siempre estaba al quite para golpear la puerta al poco rato con cualquier excusa. Lo único que conseguí fueron palabras en sueco, tal vez de enfado y fastidio por cómo sonaban, aunque ya sabes que en esos países se habla muy raro, por lo que ¡quién sabe!

Como la cosa no avanzaba decidí saltarme varios capítulos del libro de golpe y así llegué al paso diecisiete: "Compartan objetos íntimos". Para seguir esta instrucción no tenía nada más a mano que su cepillo de dientes, así que, después de cada comida, cogí la costumbre de hacerme una buena limpieza bucal con un cepillo rosa de diseño que solía guardar en un vaso en el cuarto de baño .

A los pocos días, para mi alegría, el consejo del libro pareció funcionar. La tía hasta aprendió español de golpe. Una tarde comenzó a aporrear con fuerza y repetidamente la puerta de mi cuarto.Yo, que conozco el ritual, sabía que aquello era el principio de algo:

- ¡ANTONIO, IDIOTA, TONTO DEL CULO! ¿qué has estado haciendo con mi borsteögaassgnugga?
- ¿Con qué?
- Con el cepillo que dejo en el cuarto de baño, IDIOTA
- ¡Ah, Ingrid! ¡Por fin te has dado cuenta! ... Llevo semanas... ¡Meses! detrás de ti para que me hagas un poco de caso, para que seamos compañeros, buenos compañeros, ¿entiendes? Y aunque, sí, aunque a escondidas uso tu cepillo de dientes, quiero que sepas que compartir algo tan íntimo entre los dos ha servido para que mi alma se haya sentido más próxima a ti y...

De repente ella se relajó. Incluso se rió. Por fin el muro entre los dos se había derribado, ¡por fin!

Regresó brevemente a su cuarto, con una enorme sonrisa en la cara, y me entregó una tarjeta en sueco, donde supuestamente venía escrita la indescifrable palabra que había pronunciado y que yo no había podido comprender. En la otra mano traía un diccionario español-sueco / sueco-español. Volvió a su cuarto y cerró la puerta tras de sí. La escuché reírse. Era feliz. ¡Ah! Yo también lo era entonces.

Excitado por aquel extraño acertijo no tardé en ponerme a buscar su solución, lo cual no me costó mucho tiempo... veamos, borsteögaassgnugga:

borste: cepillo
ögaass: ojo del culo
gnugga: friccionar, frotar

sábado, 9 de marzo de 2013

POEMAS CON TU CONSUMICIÓN

A partir de esta semana, a los clientes del Mesón Kiebro Fuenlabrada les espera una nueva sorpresa al pagar sus consumiciones: Tarjetas con poemas breves escritos por mí.

No sé si es una sorpresa agradable o no, pero a mí desde luego me hace mucha ilusión porque mi poesía nace y tiene sentido en los bares, en el follón, en la gente.

Como se ve en estas fotos, por un lado viene un poema y por el otro una letra. Si además consigues con esas letras formar la palabra KIEBRO, te obsequian con una botella de sidra... ¿Qué más se puede pedir? Así que es posible bien coleccionar los poemas (más de veinte distintos) o bien las letras y tomarte una sidrina a la salud de quien quieras. También ayer me fijé en que había gente que pasaba de todo y utilizaba el cartón para hacerse filtros para el tabaco de liar. ¡Genial!

Pues eso: que fantástica iniciativa por la que me encuentro muy agradecido a Chuchi, el patrón del Kiebro, y a toda la peña del bar... Yo ya tengo mi primer cartoncillo...



viernes, 8 de marzo de 2013

RECORTES VIERNES 8 DE MARZO

Este blog, como supongo que ya sabes, dedica desde hace muchos meses (ya ni me acuerdo cuántos) su entrada de los viernes a un poema o texto o ocurrencia contra los recortes sociales a los que nos somete el maldito gobierno de España. Allá vamos.

PASILLO ESTRECHO

te ves
en un
pasillo
estr
echo

no 
estás
bien
no te
encu
entras
muy
bien

la en
ferme
dad
no per
mite
pensar
mucho
ni ra
zonar
del
todo

pero
hasta
en es
tas 
con
dicio
nes
sabes
-to
do el
mundo
sabe-
que a
nadie
impor
tas
que po
drías
morir
ahora
mismo
que
las
fluc
tua
cio
nes
de la
bolsa
ocu
pan
más
espa
cio
en
las 
men
tes
de 
quie
nes
debe
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hacer
algo

te ves
en un
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estr
echo

y
otra
cosa

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no tie
nes
dine
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pagar
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te ves
en un
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pen
san 
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se

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en un
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echo

nada
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tos

re
cor
tes

pri
va
ti
za
ción

y

:

que
te ves
en un
pasillo
estr
echo

miércoles, 6 de marzo de 2013

SE HA QUEDADO BUENA NOCHE

Resultó inútil tratar de huir de la policía y mentir en el juicio, finalmente se descubrieron mis vínculos con el grupo terrorista con el que colaboraba. Fue imposible negar que mi vecino, un anciano de ochenta años, había acudido a un par de manifestaciones de iaioflautas y que yo, plenamente consciente de mis actos, le había dado un par de cucharadas de sal una noche que vino a pedírmelas y que, incluso, en otra ocasión le había ofrecido un yogur, una tarde que nos cruzamos en el portal y el supermercado estaba cerrado.

Fui condenado y todo el peso de la ley cayó sobre mí, con todo el rigor que se reserva a las personas de mi calaña: pasaría una semana entera encerrado en una celda junto a David Civera, con el agravante añadido de que cada vez que me sentara o me tumbara, él me cantaría alguno de sus éxitos comerciales -a excepción hecha de los momentos en los que tuviera que hacer aguas mayores o durante las cinco horas al día en las que se me permitiría dormir.

Intenté apelar a los derechos humanos, a Amnistía Internacional, a la convención de Ginebra, pero mi propio abogado me hizo abandonar aquella idea debido a que en ninguno de estos textos o instituciones se hace referencia alguna a David Civera.

- Es inútil, Antonio. Olvídate de la apelación y trata de aguantar como mejor puedas... Bueno, yo ahora me tengo que ir porque tengo un partido de golf muy importante, pero la semana que viene iré a recogerte a la salida de la prisión...

Yo, humildemente, me considero un tipo resistente, un tipo duro, pero la magnitud de mi condena me hacía ahora dudar: ¿sería capaz de aguantar? ¿me desmoronaría por falta de voluntad? ¿saldría ileso de aquello? Estas y otras preguntas similares rondaban por mi cabeza cuando terminó el juicio, pero lo peor es que todas ellas iban a encontrar respuesta muy pronto.

Puntualmente a las once de aquella misma noche, el funcionario abrió con solemnidad mi celda y me presentó al señor Civera. Cerró después la pesada puerta de acero hermético tras de sí y nos dejó solos... 

Casi inmediatamente comenzamos una especie de guerra psicológica entre ambos. Él observaba muy atento todos mis movimientos mientras que yo evitaba todo contacto visual caminando de espaldas y manteniéndome muy cerca de los muros de la estrecha celda. Pasado un tiempo decidí atacar, intentando así desviar su atención con preguntas tópicas:

- Se ha quedado buena noche, ¿eh? ... ¿Es tu primera vez? ...

Pero no me respondía. Su mirada fiera continuaba clavada en mí y me seguía sin desmayo a lo largo de mi errática trayectoria. Pasado un lapso de tiempo que no puedo calibrar, decidí pasar a mayores y lanzarle alguna puya personal:

- ¿Qué tal tu último disco?... ¿Vas a volver a actuar en las fiestas de Humanes?

Aquello le dolió, lo noté. Frunció el ceño, aunque enseguida se recompuso y sentí como, en un esfuerzo que provenía desde algún punto de su interior, enfocaba sus energías y redoblaba en su empeño con mayor entereza.

No sé cuántas horas pasaron, muchas supongo, porque empecé a notar que mis piernas flaqueaban, que mi vista comenzaba a cansarse, que mi boca estaba prácticamente seca. Me encontraba al punto de caer y rendirme y él lo sabía. Con una sonrisa sardónica así lo demostraba. 

Llegado a cierto punto de no retorno, intenté ganar tiempo haciendo de vientre: aquello me permitiría tomar un pequeño respiro y pensar un poco, aunque por otro lado me vaciaría por dentro y el hambre no tardaría en ser otro enemigo. Su cruel sonrisa era la prueba de que todo estaba saliendo según su plan.

Regresé sin grandes esperanzas ni mejores planes y retomamos nuestro combate táctico. No sabía cuánto tiempo más podría aguantar y temía por mi integridad y por mi vida, había perdido la batalla mental y era consciente de ello. 

Y así fue: no tardé en claudicar. No pasó mucho tiempo antes de que me rindiera y cayera sobre el frío y húmedo suelo de la prisión. Me encontraba totalmente agotado tanto física como mentalmente y tan solo me quedaba aceptar mi derrota. Sin fuerzas ni ganas para nada más, ahora me preparaba para sufrir en vivo y en directo -y a bocajarro- el pop fresco y desenfadado de esta rutilante estrella musical y mediática aunque... para mi sorpresa, no oía nada. Nada. No sé si por mi propio agotamiento o porque David, ufano, saboreaba mudo su victoria.

Pasados unos instantes para mí eternos oí por fin su voz. Calmada, suave:

- Antonio, tranquilo. No voy a cantar. De hecho no soy David Civera: tu propio miedo te ha derrotado. En tu angustia has hallado a tu peor enemigo. Por eso has caído. Pero no pasa nada: en tu mente está también la solución para calmar la ansiedad. Recapacita y busca el...

Lance entonces un grito desesperado. Ahora me daba cuenta, era cierto: quien estaba conmigo no era David Civera, pero lo había reconocido y ahora comprendía que la tortura iba a ser si cabe mucho mayor que cualquier cosa que hubiera osado imaginar. No comprendía cómo no me había dado cuenta antes. Maldije la crueldad de la justicia, pero no había nada que hacer: iba a pagar con creces por todos mis crímenes: Ante mí estaba Paulo Coelho...

lunes, 4 de marzo de 2013

TEATRO QUÁNTICO EN LAVAPIÉS (2)

Pues hace un par de semanas nos fue muy bien con el Teatro Quántico en el madrileño barrio deLavapiés: la sala se lleno, no solo de amigos y de otros seres humanos, sino también de risas y complicidad entre esta excelente compañía, a quienes admiro por el mero hecho de atreverse a representar en escena las comedias absurdas que se me ocurren...

El caso es que tanto gustó que nos han pedido que volvamos. Y volvemos. Este martes día 5 a partir de las 21:45 en la sala La Escalera de Jacob (c/ Lavapiés 9, Madrid). Reservando tu entrada con anticipación en este enlace ahorras un par de eurillos, aunque también se pueden sacar en taquilla el mismo día:

http://www.atrapalo.com/entradas/ensayoerror-teatro-quantico_e74001/

Así que lo dicho: no te lo pierdas porque no sabemos cuántas veces más nos dejarán representar este espectáculo: teatro, música, crítica, humor, locura, efectos sonoros, peleas, absurdo e inspecciones de sanidad, ¡todo en uno!

domingo, 3 de marzo de 2013

SUPERCOÑO Nº 8

Pues muchas gracias a toda la gente de la revista Supercoño por haber incluido en su último número, el 8, tres de mis poemas.

Supercoño es una revista rompedora y transgresora, por lo que no es extraño que en el poco tiempo que hace que les conozco ya hayamos hablado de colaborar en diversas cosas (ésta es la primera) y tengamos pensado seguir colaborando en diversos proyectos en un futuro, así que atentos a la jugada porque de aquí van a salir ideas de calidad y necesarias en estos tiempo difíciles...

Como dicen en la portada del último número (que aquí os la dejo): EL HOY ES MALO, PERO EL MAÑANA... ES MÍO

sábado, 2 de marzo de 2013

EL ARLEQUÍN

Ya está aquí "El arlequín", un libro de poemas y relatos de mi gran amigo Alfonso Teullet, fuenlabreño como yo y al que agradezco que haya contado conmigo para escribirle el epílogo de este emocionante y personal trabajo.

Debo mucho a Alfonso. Él es quien me ha estado aguantando pacientemente los últimos meses durante la grabación de lo que será mi primer disco, ya que su talento no sólo se queda en lo literario, sino que además es músico y técnico de sonido.

Pero hablemos de "El arlequín", su primer libro. Autoeditado. Autocorregido. Autofinanciado. Todo lo hace él y muy bien hay que decir. Siempre es complicado hacer una descripción general de un libro de poemas, más en este caso donde muchos textos son personales y/o reflexivos, por eso voy a dejarte aquí un enlace para que leas algunos fragmentos del mismo y te convenzas de su calidad...

¡Ah! Y muy pronto estaremos los dos recitando juntos en diversos sitios. Abrid las orejas...

viernes, 1 de marzo de 2013

RECORTES VIERNES 1 DE MARZO

Como cada viernes, un poema contra los recortes sociales en este blog y en los de quienes me acompañan desde hace meses y que podéis visitar en mi lista de enlaces de la derecha. Sigue el dolor, no nos rendimos. Puedes sumarte cuando quieras.

LOS RECORTES

un alud de promesas incumplidas
el filo de una espada de damocles
un reloj detenido en el pasado
los recortes

la tristeza de un niño solitario
ronco, pequeñito, dando voces
el enfermo tirado en un pasillo
los recortes

la carta de despido
dolor de neocórtex
el río del olvido
los recortes

brigada antidisturbios
las leyes de los torpes
la cita en el juzgado
los recortes