lunes, 28 de mayo de 2012

LA CABEZA DEL TAXISTA

En realidad tenía un poco de prisa por llegar al aeropuerto, pero el taxista parecía empeñado en comentar cada noticia de la radio: con vehemencia, pero con tranquilidad, con mucha tranquilidad. Me pude fijar, eso sí, en que todo lo que le molestaba, todo lo que estaba mal en el mundo, era culpa de los socialistas. Y además me lo decía girando la cabeza hacia mí, hacía el asiento de atrás, donde yo me estaba impacientando por momentos. No le importaba estar en medio de un adelantamiento o en una curva cerrada.

Yo, como ya veía que no iba a llegar a recoger a Susana y que ello me supondría una nueva discusión (y eso que aún no había encontrado el momento para explicarle que había prendido fuego a su vestido de novia por una apuesta), procuraba darle la razón en todo, a ver si así se callaba y se centraba en la carrera:

- Sí... sí... que sí... que sí.... una vergüenza... un escándalo... no, España no merece eso... sí... que sí...

Y así todo el rato.

Pero el tío, nada, a lo suyo: que si qué cabrones, qué hijos de puta, etcétera.Y yo:

- ¡¡¡QUE SÍÍÍ!!!

Hasta que llegó lo peor; cambió de tema y mentó lo que me estaba temiendo: el puto fútbol:

- ¿Y qué me dice del otro día, del penalty aquel? ¡Menudo manta!¡Qué tío más malo!
- ¿Quién?
- ¡El imbécil ese del Atleti!

Noté como me empezaba a hervir la sangre. Eso sí que no lo podía consentir. Eso no. Era demasiado.

- ¿Qué tío? -Le pregunté.
- El capullo ese que falló el penalty en el último minuto... No sé por qué no lo echan del equipo de una maldita vez, ¡es un cáncer!
- Perdone, pero creo que debería usted dedicarse a atender a la carretera y a no hablar de fútbol sin tener ni puta idea. Además, conduce como un maldito psicópata, voy a llegar tarde por su culpa y ya me está tocando los huevos con sus comentarios de subnormal profundo.

Se mosqueó.

- ¿Qué? ¿Pero qué dice? ¿Es que no lo vio? ¿No vio cómo el mamón aquel lanzó el penalty cuatro metros por encima de la portería?
- Lo vi
- ¿Y no cree que es un chupón, un delantero sobrevalorado, un jugador de segunda fila que va de estrellita?
- No. Y no sólo eso, mamón. No creo que tú tuvieras cojones para decir todas esas gilipolleces que dices a la cara de la gente de la que hablas, ni de los socialistas de mierda ni mucho menos del futbolista ese...
- ¿Qué no?¡Pero tú qué coño sabrás! ¿Qué te juegas, tocapelotas?
- ¡Me juego la cabeza, pringao, taxista de mierda! ¡PARA EL COCHE!
- ¿Qué?
- ¡QUE PARES EL COCHE TE DIGO!

Paró. Bajamos. Nos quedamos frente a frente en el erial que había un par de metros por debajo del nivel de la carretera.

- ¿PERO QUÉ TE PASA, TONTO DEL CULO, PARA QUÉ ME HACES PARAR, QUÉ COÑO TE PASA?
- ¿QUE QUÉ COÑO ME PASA? YO SOY ANTONIO DÍEZ, DELANTERO DEL ATLÉTICO DE MADRID, ¿ES QUE NO ME HAS RECONOCIDO? ¡VENGA, DÍMELO A LA CARA AHORA, MAMONAZO!
- ...

Llegué tarde al aeropuerto, claro, pero mereció la pena solo por ver la cara de Susana cuando vio, en el maletero, la cabeza del taxista...


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