A partir de esta semana, a los clientes del Mesón Kiebro Fuenlabrada les espera una nueva sorpresa al pagar sus consumiciones: Tarjetas con poemas breves escritos por mí.
No sé si es una sorpresa agradable o no, pero a mí desde luego me hace mucha ilusión porque mi poesía nace y tiene sentido en los bares, en el follón, en la gente.
Como se ve en estas fotos, por un lado viene un poema y por el otro una letra. Si además consigues con esas letras formar la palabra KIEBRO, te obsequian con una botella de sidra... ¿Qué más se puede pedir? Así que es posible bien coleccionar los poemas (más de veinte distintos) o bien las letras y tomarte una sidrina a la salud de quien quieras. También ayer me fijé en que había gente que pasaba de todo y utilizaba el cartón para hacerse filtros para el tabaco de liar. ¡Genial!
Pues eso: que fantástica iniciativa por la que me encuentro muy agradecido a Chuchi, el patrón del Kiebro, y a toda la peña del bar... Yo ya tengo mi primer cartoncillo...
Una idea muy original. Al final, Antonio, vas a conseguir que la gente lea poesía. Poemas breves, sí, pero por algo se empieza.
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