Como ya es habitual, cada viernes dedico una entrada del blog a escribir un poema o un lo que sea contra los recortes sociales. Parece mentira que cada viernes tenga algo que decir y que escribir, algunos viernes he pensado: "Hoy no puedo, hoy lo dejo pasar", pero enseguida me doy cuenta de que eso supone ser derrotado de la manera más vil y humillante: por aburrimiento. En el momento en que esta política absurda y cruel de recortes sociales, que tanto me indigna desde su origen, deje de dolerme, de interesarme, querrá decir que ya me he acostumbrado a ella. Que de alguna manera la acepto. Y no quiero ni acostumbrarme ni aceptar un mundo como el que nos están trayendo. Nunca. Otro punto en mi contra es que los poemas que escribo en esta sección son cada vez peores. Pido perdón a los que vengáis aquí buscando buena poesía. A veces no la hay. Pero a cambio encontráis un hombre con carne que sangra y le duelen las cosas y que no puede soportar la injusticia. Si compartes este sentimiento conmigo me conformo. Me conformo con saber que no estoy solo. De momento me conformo sólo con eso... Y ahora, sin más demora, el poema de hoy, cuyo título está en chino:
我們要清楚
hablemos claro:
no interesas
entre todos
los habitantes
de este país
no reunimos
dinero
no somos
mercado
comparable
a una sola
provincia
china
a cualquier
región
populosa
de la india
allí
trabajan mucho
comen poco
viven
en chozas
cuevas
cuchitriles
no se quejan
o si se quejan
se les dispara
se les gasea
se experimenta
con venenos
se secuestra
a sus hijos
allí
las empresas
contratan niños
mujeres embarazadas
no existen vacaciones
no hay fin de semana
no se respetan
derechos humanos
(nos dicen
en sus telediarios
esos mismos
empresarios
que allí invierten:
ellos lo sabrán
bien)
allí
el terreno
vale poco
el alquiler
vale poco
los trabajadores
son baratos
la comida
vale poco
la vida
vale poco
sanidad
no hay
educación
no hay
no hace falta
nace
trabaja
crece
reprodúcete
reprodúcete
reza
lucha
lucha
en nuestras guerras
y muere
muere cien
muere mil
muere
un millón de veces
la misma persona
todos los chinos
son iguales
todos los hindúes
son iguales
todos
y todos
los seres humanos
somos iguales
conclusión bíblica
más acertada
que nunca
en el capitalismo
del siglo veintiuno:
podemos
trabajar
como chinos
en españa
pueden
los chinos
comprar
como españoles
podemos
vivir como hindúes
en españa
pueden
los hindúes
comprar
como españoles
podemos
morir
como chinches
en españa
como nosotros
los que no
tenemos
dinero
los que no
invertimos en bolsa
la gente
que no
reunimos
el dinero suficiente
para que
nuestra vida
absolutamente
absurda
y consumista
sea rentable
nunca más
pueden
los chinos
los hindúes
hipotecarse
como españoles
hablemos claro
hablemos claro ya:
no intereso
no interesas
感興趣的不是
कोई दिलचस्पी नहीं
Pues a mí este poema me parece buenísimo.
ResponderEliminarParece mentira las cosas que se están diciendo últimamente. Esto de la democracia...
Me has leído el pensamiento...
ResponderEliminarMuy bueno Antonio
ResponderEliminarMe ha recordado tu poema a una película que vi hace unos meses (la ponían en la 2) y que reflejaba el viaje terrible de un ingeniero italiano que conocía de primera mano la vida cotidiana de los trabajadores chinos y sus familias, de cómo sobreviven a situaciones de prerrevolución industrial europea, donde la vida vale solo lo que puedas trabajar, nada más, cómo se hacinan en sus casas en enormes bloques-hormigueros-colmenas humanas (esto me recordó a las fotos de García-Alix y su expo en el Reina Sofía hace tiempo, etc.)
ResponderEliminarLa peli: La estrella ausente(La stella che non c´è,
Francia - Italia - Suiza, año 2006).
Un saludo y adelante.