el dinero ni se crea ni se destruye
se transforma:
el dinero que tenía se transformó
en una inmensa borrachera el sábado
en una resaca impresionante el domingo
por la mañana
en un dolor de cabeza agudo
el domingo por la tarde
en psicosis rabia acritud
el lunes
el lunes
en este poema el martes
en esta corrección el miércoles
en este papel arrugado y encestado el jueves
en esta hoja en blanco el viernes
en esta sed de sábado que ya me
saca
de casa
y
me recuerda que lleve un libreta en el bolsillo
de la chaqueta
por si acaso se me ocurre alguna idea
que destruir
que destruir
Es genial, salvo el título, que si por mi fuera estaría arrugado y encestado como el papel del jueves. El poema: Estupendo.
ResponderEliminarNená