jueves, 8 de septiembre de 2011

MERCADOS

- ¡HIJOOOO! ¿ESTÁS EN CASA? ¡HIJOOOOO! ¡VEN, VEN UN MOMENTO!
- VOY...
- ¿Hijo?
- Sí, mamá
- Lo siento mucho hijo, pero...
- ¿Qué sucede mamá?
- Lo siento mucho...
- Pero mamá, ¿qué pasa?
- Pues... que te he vendido. Esta tarde te marcharás con otra familia...
- ¿Qué? ¿vendido?
- Sí, hijo
- ¿Por qué mamá? ¿por qué me has vendido?
- Verás, es cosa del mercado, tengo que hacerlo... Y es mejor ahora, antes de que empecemos a tomarnos cariño...
- ¿Cosa del mercado?
- Sí, hijo, ya sabes que cuando voy al mercado me suelen apuntar en una cuenta lo que dejo a deber
- El mercado...
- Sí, el mercado... El caso es que mi cuenta de deudas en el mercado es demasiado elevada... por lo visto, eso dicen... Y te tengo que vender para poder pagarles
- ¿Vender?
- Llámalo privatizar si quieres...
- ¿Entonces?
- Una familia de suizos alemanes vendrá a recogerte esta tarde
- Pero mamá, yo no quiero irme
- Lo siento mucho hijo, pero los buenos tiempos acabaron... ¿Te acuerdas de cuando bajaba al mercado y subía con jamón, mariscos, bollos de pan caliente, litros de leche, etc.? Pues se acabó, ahora hay que pagar todo eso. Vienen tiempos complicados para esta casa
- Pero no me vendas mamá...
- No tengo otra opción, es una exigencia del mercado. Tengo que pagarles y para ello debo privatizar todo lo que tenga en mi casa. Y los niños son un valor en alza en Europa...
- Pero mamá, ¿qué dirá papá?
- No sé, intentaré que no sufra. Le diré que los niños son un gasto demasiado elevado para nuestro bolsillo y que ahora, privatizado, vas a vivir en realidad mucho mejor con una familia extranjera que con nosotros...
- Pero mamá, no me vendas, no puedes hacer eso... Además, ¿qué será lo siguiente? ¿Vender a papá? ¿Vender la casa entera?

(llaman al teléfono móvil de la madre)

- Un momento hijo... ¿Dígame?... Sí... Sí, sí, claro... No hay problema... Por supuesto, por supuesto... Claro, claro... Sí, sí... Muy bien, hasta ahora mismo... Que sí, que me lo pondré, ja ja ja... Vale, nos vemos en un momentín, adiós...
- ...
- Hijo, ve recogiendo tus cosas, yo me tengo que marchar corriendo al mercado... No te doy un beso porque no me quiero estropear el maquillaje, ¿vale?... Bueno, adiós hijo mío...
- ...

1 comentario:

  1. Hay que aprovechar las ofertas, el kilo de pobre, fresco o seco, está muy barato.

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