Fotografía tomada por ElRonze Haze el Karriño |
Quedé con unos colegas de Fuenlabrada, entre ellos el escultor local Aurelio S. Caché, que decidió llevarse una de sus obras en procesión: una especie de clérigo mutado en polla gigante. No sé que tiene esta obra de arte, pero ejerció una especie de magnetismo que atrajo a todo de tipo de personas que querían fotografiarla, tocarla, besarla, cantarle saetas...
Yendo de costalero, entrando ya en la plaza de Jacinto Benavente, vi una cara que me resultaba conocida:
- Perdone, ¿es usted Félix Grande?
- Sí, sí. - Me dijo mientras observaba la polla gigante botar entre la gente con una sonrisa en al cara.
- Soy un lector suyo, encantado. - Le dije estrechándole la mano
- ¡Se nota, se nota! ¡Ja, ja, ja!
Y ahí le dejé, riéndose, porque la vorágine de gente ya nos empujaba hacia sol.
Pero por algún motivo la manifestación no avanzaba. Luego supimos que la razón era que los peregrinos de la JMJ, enterados de la marcha laica, se habían concentrado en Sol para tratar de reventar la manifestación protegidos por un cordón policial.
Como la marcha estaba detenida tratábamos de encontrar alternativas:
- Vamos por Santa Ana...
- Vamos por Plaza Mayor...
- Vamos a esperar, que parece que ya avanzamos...
Los peregrinos, superados tal vez por el empuje de la manifestación intentaban detenernos con rezos. ¿Ataque psíquico contra la manifestación? Tal vez, visto como acabó todo...
Finalmente llegamos a Sol. Había policías, peregrinos despistados y manifestantes por todos lados. También me encontré allí con Batania, Gio Collazos y Leo Zelada. Y a un tipo que, completamente desnudo, se subió a la estatua del oso y el madroño a ondear la bandera gay. Entretanto, no paraban de acercarse fotógrafos, manifestantes y curiosos para adorar al pene santo.
El ambiente era festivo, pese a la tensión que se había provocado. Ajeno a todo esto, charlo con Batania sobre temas literarios y cosas nuestras. En cierto momento hay un amago de carga policial que nos coge desprevenidos y salimos huyendo. Falsa alarma. Pero en el desconcierto pierdo a Batania y el hilo de la conversación. Por otro lado, mis amigos de Fuenlabrada, asustados, deciden marcharse, aunque no saben por dónde porque parece que la Puerta del Sol está rodeada por antidisturbios. Yo me quedo un rato más. Hay más cargas policiales, detienen gente sin que se sepa por qué. También, y sin yo darme cuenta, mi amigo Jorge resulta herido por porrazos y patadas de los antidisturbios. Más tarde me enteraría de que acabó en el hospital (por cierto, que ya está en casa, mucho mejor, y con el ánimo alto para seguir en la lucha).
La cosa se encona y decido marcharme. Cuando ya estoy en la calle Carretas subiendo hacia Jacinto Benavente vemos objetos que vuelan hacia la policía y se divisan más cargas policiales en la distancia. El ambiente es eléctrico y se puede percibir el miedo en la gente que hace sólo un rato se manifestaba alegremente por las calles.
- Vamos a Lavapiés a cenar algo. - Le digo a mi amigo Jofre, que se había quedado atrapado conmigo en la ratonera de Sol.
- Sí, zona laica.
- Esperemos...
- Y el viernes qué, ¿ataque psíquico?
- ¡Pues claro!
Ostras, macho, ánimo al amigo herido, abrazos cachicuernos, hay que hacer más manifestaciones de estas.
ResponderEliminarHasta pronto.
zona laica, terreno sagrado (civil)
ResponderEliminarFui a la manifestación laica de mi ciudad, furgón policial delante abriendo paso, furgón policial detrás cerrando filas, sin grandes situaciones, solo un cura que se puso a quejarse y unos cuantos de la manifa con carteles se le acercaron y empezaron a gritarse, no era necesario, es mejor ignorarlo, por lo demás todo correcto. Mi problema, la gente con la que voy a estas manifestaciones no tienen mucho tiempo ni muchas ganas, tengo que hacer gente nueva para ir. En las asambleas me haré con un grupo. Animo y soy muy valientes, yo creo que me cagaría a la 1º descarga de la policia, pero todo se andará.
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