jueves, 19 de septiembre de 2013

NO SOMOS LIBRES Y GRITAMOS LIBERTAD

- No somos libres y gritamos libertad, qué curioso, ¿no? - Bromeó Julián totalmente fumado.
- ¡Chsssttt! ¡Cállate! ¿Quieres que nos metamos en un lío? ¡Como nos pillen así, verás! -Susurré, intentando que ningún manifestante de nuestro alrededor notara nada raro.
- Pero es que tampoco somos mujeres, ni estamos casados, ni abortamos, ni pagamos impuestos en este país... ¡Ja, ja! 
- Como no te calles te quito la marihuana, idiota... y ahora corea lo que quiera que esté gritando el obispo por ahí adelante, no vayamos a joderla, padre Julián, que por ahí vienen los de la tele...

2 comentarios:

  1. Antonio, qué curiosidad me causa tu texto. Entiendo que son dos sacerdotes que intentan mostrar solidaridad por una causa que al parecer no comparten o apoyan del todo o por la que sienten verdadera indiferencia por lo que tienen que manejarse con cuidado y disimulo. Si es así, creo que tu texto resulta muy práctico para aludir a la sensación de identificación con lo social que el sector religioso intenta aparentar pero que por su naturaleza no puede ni siquiera entender o aceptar.
    No sé si estoy en lo correcto pero esa es la interpretación que le he dado. Espero no esté muy alejada de la realidad. Saludos. :)

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  2. Hola Antonio. Yo lo he interpretado un tanto distinto a morrocotuda. Yo entendí que eran dos sacerdotes inmiscuyéndose en medio de una protesta a favor del aborto, esperando a que llegara la prensa (mientras se relajaban con un porrito), para dar su opinión en contra del aborto.

    Pero bueno, sea que mi interpretación sea correcta o no, el cuento me pareció divertido.

    Saludos.

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