lunes, 25 de febrero de 2013

REVOLVIÉNDOSE DE ÉXTASIS EN UN PLACER DELIRANTE

Nunca pensé que ganaría el concurso, supongo que porque reciben miles de cartas y es poco menos que imposible que seleccionen la de uno. Pero sí, así fue. El telegrama lo decía bien claro:

Felicidades Antonio. Ha resultado ganador del concurso sobre apocatástasis. Le corresponde por tanto un fin de semana con Rouco Varela en cualquiera de nuestros resorts de la iglesia católica en España (excepto Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla)

Esto último fue lo que más me costó decidir, aunque al final me incliné por Benalmádena, por aquello de que tiene playa y tal. No tardé mucho en recibir el sobre lacrado con el sello cardenalicio que contenía mi billete de autocar y el resto de detalles así que, sin casi darme cuenta, allí me planté: en el famoso convento de Santa Úrraca, retiro espiritual de vacaciones. El célebre Arzobispo de Madrid -y futuro papa- me estaba esperando:

- Hola, ¿eres Antonio?
- Sí... ¿Rouco? porque... ¿Te llamas Rouco o es todo apellido, "roucovarela"?
- Sí, bueno, es largo de explicar, pero tú puedes llamarme Santi, como vamos a estar todo el fin de semana juntos...
- Ah, vale, Santi... Esto... ¿Y qué vamos a hacer? ¿Tienes algo pensado?
- Pues no sé. Lo que quieras. Aquí puedes hacer lo que quieras: rezar, pasear, voto de silencio, voto de pobreza, lecturas piadosas... y yo qué sé, colega; si te apetece hasta cilicios y mortificaciones...
- ¡Fenomenal, lo vamos a pasar genial, Santi!

Pero en realidad la cosa empezó bastante fría. Estaba con él, con Santi, todo el día: comíamos juntos, íbamos a misa, veíamos alguna película, etc. pero no acabábamos de conectar, una especie de barrera invisible se interponía entre nosotros. El fin de semana se estaba terminando y todo este rollo del concurso me estaba decepcionando un poco. Intenté de todas formas darle una oportunidad.

- Oye, Santi, es sábado noche, ¿te apetece que salgamos un poco?
- ¿Salir? No, no. No me apetece... ¿Y para qué? Aquí en el monasterio tenemos de todo...
- Pues no sé, para que nos dé un poco el aire, conocer gente, echarnos unas risas... Lo típico...
- ¿Risas? Pues no sé, Antonio, no lo veo... pero, ¿risas? ¿te quieres reír?
- Bueno... Sí...
- Pues vente, vente... Vente que lo vas a flipar, chaval
- ¿Dónde vamos?
- Vamos a la celda de Sor Encarnación
- ¿De quién?
- Tú vente...

Y allá que fuimos. Santi ni llamó a la puerta, entró con toda la familiaridad y falta de protocolo del mundo, pero eso no fue lo más chocante: lo que entonces vi fue lo más impactante que he contemplado en mi vida, algo totalmente dantesco. Sobre el jergón de su celda estaba aquella novicia revolviéndose de éxtasis en un placer delirante.

- ¿Pero qué es esto, Santi? ¿Qué le pasa a la hermana?
- ¿Es la hostia, eh?
- No sé... ¿Por qué está así?
- Cada sábado noche es lo mismo Antonio. Como aquí vivimos apartados del mundanal ruïdo pues éste es el único placer que podemos permitirnos, tronco...
- ¿Pero qué placer es éste?
- Pues un milagro, Antonio... ¡Un milagro!
- ¿Milagro? ¿Qué tipo de milagro? ¿De qué me hablas?
- De "El brazo incorrupto de Santa Teresa 2000 ®", ¿no has oído hablar de él?
- No
- Pues es la leche. Lo anuncian en la tele, no sé si serás aficionado a ver la televisión de madrugada
- No mucho
- Pues observa... ¡Y flipa, colega!

Y observé. Y la verdad que no estaba mal todo lo que podía hacer aquel brazo. Me gustó. Y tan buena impresión me causó que tuve que comprar dos: uno para mí y otro para mi madre, a quien se lo entregué nada más regresar de mi inolvidable fin de semana en el convento de Santa Urraca:

- Madre, mire lo que le traigo... ¡Un regalo!
- ¿Qué es eso?
- El brazo incorrupto de Santa Teresa 2000 ®
- ¿Cuánto te ha costado?
- Pues eso es lo mejor: valía 99,95€, pero me lo han dejado en 49,95€ al comprar dos
- ¿Dos?
- Lo he comprado en el convento... Con Santi, madre, con Santi...
- ¿Santi?
- Rouco, madre, Rouco Varela...
- ¡Ah! Ahora comprendo... Vale. Hijo: ya veo que eres gilipollas y que el puto concurso es lo que yo te había dicho: un puto montaje de cuatro listos para venderte sus mierdas... ¡Anda que!

1 comentario:

  1. Raúl Ibáñez Martínez3 de marzo de 2013, 18:25

    Cardenal arzobispo de Madrid Rouco Varela:
    Eminencia, me dirijo a ti confiado, con el mayor de los respetos, para rogar tu intercesión ante tus amigos los políticos del PP en el gobierno, para rogarles que humildemente reconozcan la incompetencia, inoperancia e ineficacia demostrada durante este primer año de gobierno. 6.000.000.- millones de parados, con eso te lo digo casi todo,. No voy a contarte los casos de corrupción; ¡como trincan!, se lo llevan por carretillas, ¡como han tirado por los suelos la imagen de España en el mundo!, que no quiero hacerte mala sangre, ni los recortes sociales, subidas de impuestos, desahucios de viviendas a la clase trabajadora y rescates a los bancos con el dinero de los parados, porque vienen impuestos por la ángela caída cuyo apellido omito por no herir tu inteligencia. Sigo… diles, ¡por favor! que se vayan, que si no les vamos a tener que echar y va a ser peor.
    Te cuento todo esto para que veas como tratan a tus ovejas estos borregos con alma de lobo, ya que tú estás tan ocupado que ¡¡¡ no te enteras !!! , en temas tan importantes como la teología, cristología, conferencia episcopal, trasmisión de documentos pontificios, etc…, ¡vaya carga de trabajo la tuya!, que ocupan toda tu atención.
    ¡Por favor, te ruego no les des mi nombre, que son muy dañinos y rencorosos, por ello te ruego absoluta reserva y no te enfades mucho con ellos, que conociendo tu sensibilidad y carácter, doy por cierto que vas a montar en cólera o mejor santa indignación y preveo que les vas a poner a caldo.
    Gracias Rou, beso tu anillo

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