los calzoncillos del presidente
son blancos de algodón
los calzoncillos del presidente
normales a la vista son
los calzoncillos del presidente
se los sube a la mañana el presidente
los calzoncillos del presidente
y se marcha por ahí a hacer sus cosas
el presidente
los calzoncillos del presidente
fijan y dan esplendor
los calzoncillos del presidente
alguna vez vieron la luz
los calzoncillos del presidente
en sórdidos moteles extranjeros
los calzoncillos del presidente
el elástico aguantó bien la erección
y los calzoncillos del presidente
se deslizaron pierna abajo hasta mezclarse
con alguna braga de la plebe
los calzoncillos del presidente
soportan comidas de consejos de ministros
los calzoncillos del presidente
cafés de avión cenas informales
los calzoncillos del presidente
y reciben -con disimulo- algún pedillo
los calzoncillos del presidente
porque no es propio de un presidente
los calzoncillos del presidente
ser asolados por esos vientos
tan poco presidenciales
tan poco presidenciales
algún marrón cayó también
los calzoncillos del presidente
compromisos por la patria manchan
los calzoncillos del presidente
los cuarteles los banqueros asustan
los calzoncillos del presidente
el rostro en televisión nos desvía de
los calzoncillos del presidente
los dientes blanquean el real color de
los calzoncillos del presidente
los calzoncillos del presidente
obligan a cargar a la derecha
los calzoncillos del presidente
nunca cambian de diseño con los años
los calzoncillos del presidente
blancos elásticos sencillos
los calzoncillos del presidente
pasando de sucesión en sucesor
los calzoncillos del presidente
siempre los mismos siempre relucientes
los calzoncillos del presidente
de bola en bola de uno al otro
los calzoncillos del presidente
todo atado y bien atado
los calzoncillos del presidente
cogiendo por los huevos a quien se calce
los calzoncillos del presidente
Los calzoncillos como toda la vida de Dios, como les gusta a las personas normales, que diría él.
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