martes, 21 de enero de 2020

UNA VIDA NO VIVIDA

Otro libro de relatos. Y me pasó, claro, lo mismo que el otro que comenté hace unos días, son libros que empiezas y los vas leyendo a saltos, un cuento un día y luego nada: te das a otros libros durante semanas o meses.

"Una vida no vivida", de Rafael Sáenz de Cabezón, lo compré en la feria del libro de Fuenlabrada, en la caseta de Canalla Ediciones, aprovechando que mi amiga Laura Mequinenza, que también ha publicado con esta editorial, presentaba allí su libro... Bajé a la feria y me pasé la tarde charlando con Inés, jefa de la editorial. Decidí comprarle un libro como manera testimonial de apoyar su labor cultural, tanto ahora con la editorial como antes con el mítico Bukowski Club, del que fui devoto parroquiano. Ya sé que no es mucho, pero menos da una piedra.

Elegí este libro por  dos motivos: no quería comprar uno de un autor que conociese en persona (pues muchos de estos libros ya los tengo, o los puedo conseguir directamente del autor con dedicatoria incluída, tontería esta última que me gusta). El otro motivo era porque me apetecía leer algo en prosa. Así que, de todas las opciones que ofrece Canalla, me decanté por este título tras leer el principio del primer cuento.

¡Ah, amigos escritores, así de superficial somos los lectores, cuidad mucho la primera página pues puede hacer que vuestro libro se lea (o no)!
Cubierta algo sombría

Me pasa un poco igual que con el libro de relatos que comenté hace unos días, algunos cuentos, como los leí hace meses, los tengo olvidados o medio en nebulosa; aunque he de decir que hay otros que sí que los recuerdo, señal de que algo tenían... Y esta, en definitiva, es la crítica que le puedo hacer a este libro: hay detalles de calidad, relatos que están bastante bien junto a otros bastante flojitos. Con lo de flojitos me refiero a que desde el principio ya prácticamente se intuye el final, parecen en realidad ejercicios narrativos de los que se suelen hacer en talleres literarios y que sirven, en realidad, para descartar líneas argumentales y personajes tipo.

Pero centrémonos en lo bueno: como he dicho, la primera página tiene algo que atrapa, un personaje solitario y maldito que va dando tumbos y se encuentra con algo inesperado, como la vida misma. El título de la obra en su conjunto creo que va por ahi, una vida no vivida, pero una vida al fin y al cabo, eso es lo que estos relatos pretenden transmitir: la vida con sus gozos y su miserias y por ello, cuanto más creíble es el relato mejor me parece y cuanto más fantasioso se ve que es, menos interesante creo que es.

Otro cosa buena del libro tiene que ver con que muchos relatos están situados en lugares que el autor conoce muy bien porque ha vivido en ellos, como Barcelona o Estados Unidos, y esa posibilidad de estar en un lugar y verlo desde el punto de vista de otra persona es una de las cosas que ningún otro arte, creo, ha sabido explorar tanto como la literatura. Ni siquiera el cine, fíjate lo que te digo.

En los diferentes relatos nos podemos encontrar con mútiples narradores, desde omniscientes hasta en primera e incluso en segunda persona, por lo que le da a todo el libro una variedad de registros que creo ayuda a digerir y saltar mejor de un relato a otro, pues literalmente no tienen nada que ver entre ellos, ni siguen ninguna línea argumental más que la que promete el título: vidas posibles con sus vicisitudes y circunstancias.

El aire confesional que tienen algunos relatos me parece muy acertado, pues hace crecer la curiosidad y la verosimilitud del mismo, algo que en relatos de vida siempre se agradece. Transcribo el principio de uno de los relatos que más me gustó y que se titula "Reunión":

Esta es una historia de la que me avergüenzo. Es una historia que nunca debió ocurrir, y que nunca pensé que me atevería a contar. Toda historia se escribe para que alguien la lea. Esta espero que nadie lo haga. 
Pena que no me tocó

Los personajes suelen ser seres anónimos, los a veces invisibles en esta nuestra sociedad de consumo en la que los focos los acaparan héroes de tres al cuarto y estrellitas engreídas. Así frente a eso tenemos aquí una mujer hippy, escritores fracasados, una enfermera divorciada, un taxista,un auxiliar administrativo... en fin, personajes con los que un lector cualquiera se sentirá identificado y reconocerá en ellos su propia miseria, su propia heroicidad diaria y tal vez su propio destino.

Dejo un par de fotos: la primera es la cubierta del libro, una foto de unas sombras. Batante anodina, poco sugerente tal vez. Y en la otro foto dejo parte de esa primera página, crucial como digo para el lector potencial de este libro.

Y ya de paso he pensado que voy a ir dejando constancia también de otra de mis manías: odio los marcapáginas al uso, siempre he preferido utilizar otras cosas que, aparte del uso que hayan podido tener, renancen ahora como marcapáginas. En este caso es el ticket de un sorteo que se hizo entre los que fuimos a ver el inicio de la etapa de la vuelta ciclista a España 2019 que partía desde Fuenlabrada. Allí me dieron este ticket con el que entré en un sorteo gratuíto de productos de Burgos. Como es de esperar no me tocó, pero me quedé el boleto como marcapáginas. Entendiendo que la vuelta ciclista empieza en agosto, supongo que debió ser por entonces cuando comencé a leer este libro. Aunque quién sabe.

Yo también tengo una vida superemocionante, como veis...

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