martes, 21 de agosto de 2012

EL ARTESANO, DE HENRY BROWN

El nombre de Henry Brown es demasiado común como para perderme buscando informaciones que sé que no encontraré o que serán más incompletas y fragmentarias que las que puedo leer en el libro "Radical and red poets and poetry", de Edmund y Ruth Frow... En dicho libro leo más o menos algo así:

Henry Brown era un carpintero errante del este de Londres, nacido tal vez a finales del siglo XVIII o principios del XIX, un artesano que odiaba el sistema de producción en cadena. Esta aguda crítica en forma de poema (que traduciré a continuación, añado) iba dirigida contra la ley que se estableció en 1834 en el Reino Unido llamada New Poor Law (La Nueva Ley de Pobreza) y por la cual los ancianos debían seguir trabajando en las fábricas a cambio de comida o ropas hasta el día de su muerte y los menores incorporarse al mundo laboral desde la niñez, además de una serie de recortes en los pocos derechos sociales y laborales que existían y que condujeron a los más a la miseria económica extrema y al trabajo en condiciones de semi-esclavitud, como bien sabéis todos los que hayáis estudiado o leído un poco sobre la industrialización en Inglaterra durante el siglo XIX.

Influenciado por Lord Byron, Brown recreaba campos poéticos más amplios, explorando en el realismo tragicómico y huyendo de la poesía moralizante. Los poetas cantaban al arado y a la espada; él a la persona que creaba estos elementos en su taller. Su ideal humano de trabajo eran aquellos tiempos en los que el artesano ejercía en su propia casa, según sus propias necesidades y exigencias y sin estar sujeto a los férreos horarios y condiciones que se impusieron tras la revolución industrial.

Este poema supongo que es la primera vez que aparece traducido al castellano, y supongo también que el resto de su obra permanece inédita en nuestra lengua, y aún voy más allá y supongo que incluso será de muy difícil -por no decir imposible- localización en inglés. Que alguien me corrija si me equivoco. Pero ya me callo. El poema:

EL ARTESANO

Pues si aquellos caballeros que versifican
sobre el arado son honrados con la rama de laurel
de seguro Apolo no habrá de extrañarse de que yo
cante por aquellos que construyen los mismísimos arados.

Y si se recita a los jactanciosos señoritos
que blasfeman y cojean por los campos escarpados
con mayor motivo debo yo salir a recitar a estos
que les moldean oropeles, cascos, espadas y escudos:
al artesano que doblega fuego, aire, agua y tierra.


1 comentario:

  1. Esta nueva sección de traducciones inéditas o insólitas me gusta mucho. Ánimo.

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