domingo, 26 de octubre de 2014

SIN AYUDA

Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar. De la boca comienza a brotarle espumarajos que, mezclados con sangre, adquieren una hermosa tonalidad rosada.
- ¡Levántese, me está asustando! -Grito como para que alguien me escuche. Abro un poco la puerta y oriento mi voz hacia el pasillo.
- ¡Trate de respirar! ¡POR FAVOR, AYUDA, POR FAVOR!- Grito con mayor ímpetu, hasta que noto que alguien corre. Es entonces cuando clavo de nuevo la navaja en su abdomen y se la coloco en la mano formando el ángulo estudiado y preciso.
- ¡Se volvió loco! - Y me abrazo llorando al guardia que recién entra.

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